PORQUE CUIDAR Y RESPETAR LAS TRADICIONES representa preservar nuestra identidad: El Tiranosaurio Digital los invita a conocer el Bolo criollo. Un juego autóctono del departamento de Santander que se practica en Colombia desde hace más de cien años y hoy se disfruta en regiones desde la costa Caribe hasta el centro del país.
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Por: José Hernández | Samara Artist
El bolo criollo hace parte de la tradición y la cultura del departamento de Santander desde hace más de cien de años. Tanto así que: “quien no juegue bolo criollo no puede llamarse santandereano”, dice Walter Vega, un acérrimo jugador de este deporte autóctono nacional.
El juego nació en las veredas y los pueblos de la Provincia de García Rovira en el municipio de Macaravita, en límites con el departamento de Boyacá. Por lo que allí también se practica mucho.
El juego consiste en tumbar tres pines –o pinos- ubicados a una distancia de 23 metros, con una pelota que no puede rebotar contra el piso antes de tocarlos, y tiene un peso que oscila entre los dos y tres kilos y medio.
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Y aunque es un juego que se practica primordialmente en Santander, a la fecha el Bolo Criollo ha traspasado las fronteras patiamarillas y se juega en diferentes lugares del país, principalmente en Atlántico, Bolívar, Magdalena, Cesar y Boyacá.
El Bolo Criollo es actualmente una expresión deportiva nacional reconocida por Coldeportes, que “Contrario a lo que piensan muchas personas, requiere de precisión, destreza y técnica antes que fuerza.” concluye Walter.
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